Un horizonte acomplejado,
una fiebre que no tenga cura,
un amor sin pancartas.
Poco importan.
Una casita cerca del río,
yo enfermo de locura,
la lluvia, los días y su resaca.
Poco importan.
Sólo son espejismos,
lentes tintadas en el vacío,
una mota de polvo en la linterna del tiempo,
un viento lejano que sopla y sopla.